
Probablemente sea el condimento más popular en Argentina, el chimichurri es una salsa hecha a base de perejil, orégano, ajo y chiles. Es perfecto para acompañar un asado.
Se cree que los primeros en preparar el chimichurri fueron los gauchos, que lo usaban para sazonar la carne que preparaban a fuego abierto en las pampas.
¿De dónde surgió la palabra chimichurri?
Dependiendo a quién le creas, existen varias teorías del origen del chimichurri. Unos te dirán que su nombre sale de la palabra vasca, tximitxurri, que significa «una mezcla de varias cosas sin orden particular.» Otros dicen que es una modificación de «Jimmy’s curry» que les costaba trabajo pronunciar a los argentinos.
Otra teoría que nos gusta es la que propone el gourmet argentino, Miguel Brascó, que dice que la palabra chimichurri tiene su origen durante la invasión británica fallida del Río de la Plata en 1806. Se dice que los prisioneros de la guerra pedían condimentos con su comida con una mezcla de inglés y español.
¿Qué lleva el chimichurri?
Actualmente muchos hogares siempre tienen chimichurri en la mesa para acompañar carnes o pastas.
Al igual que con otros condimentos con una larga historia, existen los puristas que se acatan a la combinación de perejil, ajo, orégano, hojuelas de chile rojos y aceite de oliva con un toque de vinagre. Pero existen todo tipo de variedades, ya sea por país (también es popular en Uruguay y Paraguay) o simplemente por hogar.
Se ha vuelto muy popular preparar versiones de chimichurri que llevan cilantro, tomillo o algunos hasta han experimentado con el kale. También vale la pena probar versiones hechas con especias y hierbas frescas y otras con estos ingredientes secos para ver qué te gusta más.
Es un condimento bastante versátil ya que se puede usar en más platillos aparte de carne. Como ya mencionamos, se usa también mucho en pasta, pero hay personas que les gusta usarlo en pescado o como marinada.
Vale la pena probarlo con todo lo que se te ocurra que haría buena combinación con el chimichurri.