Con las fiestas navideñas ya a la vuelta, se nos ocurría que este año deberías de preparar cordero en lugar de pavo o pierna.
Claro, un costillar de cordero puede salir algo caro, pero es una ocasión especial, al fin y al cabo, así que vale la pena.
El cordero tiene un sabor fuerte y muy distintivo por su grasa. El cordero alimentado con pasto suele tener un sabor más intenso que aquellos alimentados con granos.
Cortes como el hombro o la pierna suelen tener más grasa y saben más a cordero, mientras que cortes como el costillar o la chuleta son menos grasos y más dulces.
Cuando lo prepares, intenta mantener la sazón simple con muchas hierbas y ajo.
Como el cordero tiene un sabor muy intenso, queda muy bien con otros sabores fuertes. Así que no te de miedo pasarte de ajo, romero o pimienta negra. Obviamente recomendamos que pruebes el cordero con jalea de menta MScocina.
Ya servido en la mesa, si estás cenando con gente que no es tan quisquillosa con los buenos modales, coman con las manos y no dejen nada pegado a los huesos, sin pena.
Para la presentación, puedes servir tu costillar en la mesa con limones, papas rostizadas y quizá unos chícharos con mantequilla. Claro, puedes ser congelados, si la mayoría del presupuesto en esta cena va hacia la carne, puedes dar unas por otras.
Así que ojalá te animes este año para probar algo fuera de la tradición, te juro que nadie se va a quejar contigo en estas fiestas por la alternativa a la cena navideña.